La mercantilización no supone una privatización directa; no se trata de “vender” las escuelas públicas, como quien “vende/privatiza” las Cajas de Ahorro o el Canal de Isabel II. La cuestión es más sutil y se resumiría en dos objetivos conjuntos: cómo aumentar la escolaridad privada reduciendo la pública y cómo hacer que la pública quede a merced de una especie de presión mercantilista. La respuesta es doble: centralizar el control y descentralizar las responsabilidades.
En esta clave, me parece, deberíamos leer varios de los objetivos que el Anteproyecto establece. Veámoslo…
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