Autora: YO ESTUDIÉ EN LA PÚBLICA
No. No es que se hayan caído del caballo y quieran ahora enmendar su error. El PP ve un filón en el modelo educativo de C´s y está dispuesto a sacarle rédito político. Todo un alarde de cinismo que quienes impusieron la LOMCE contra todo el arco parlamentario, la comunidad educativa y la ciudadanía hablen ahora de «Acuerdo Nacional por la Educación». No pretenden, por supuesto, la derogación de la LOMCE, sino blindarla en todos aquellos aspectos caros a los de Rivera (los resueltamente neoliberales) sacrificando si es preciso el componente estrictamente conservador de sus fieles (la religión católica evaluable, por ejemplo).
Nada de acabar con la médula antidemocrática, segregadora y mercantilista de la ley Wert. Nada de acabar con las reválidas. Nada de incrementar el presupuesto destinado a Educación.Bien al contrario.
1. En ningún momento se habla de restituir competencias a los consejos escolares o recuperar la elección democrática de la dirección. (Les va más lo de la #dedocracia: http://bit.ly/293reAK).
2. La firme apuesta por la educación concertada es inequívoca («apostar por la libertad de elección de centro y SEGUIR APOYANDO la escuela pública, incluida LA CONCERTADA»). http://bit.ly/293reAK
3. Que la educación se concibe exclusivamente como la caldera de los mercados queda patente en el campo léxico dominante en las tres líneas que sirven de preámbulo a la propuesta: «calidad, resultados, empleabilidad», concebidos los tres conceptos como peldaños de una misma escalera. A estas alturas nadie se llama a engaño acerca de lo que signiFica la «C» de las leyes educativas del PP (LOCE, LOMCE). «C» de «bracero» (algo bien ajeno al empoderamiento profesional que una buen educación proporciona).
4. Por último, pretenden maquillar la acusación que acaso más daño les ha hecho -la del carácter segregador de la LOMCE- con unas afirmaciones que en su triunfalismo no dan lugar a equívocos: «Incrementar las becas al estudio que se encuentran ya en máximos históricos» (¡sic!). Análogo estupor causa que hablen de «trabajar por una educación inclusiva» (la capacidad del Partido Popular de fagocitar el lenguaje de sus críticos y vaciarlo de sentido no tiene límites), aunque para esa «educación inclusiva» no se les ocurra otra cosa que los parches de siempre: programas específicos de apoyo y refuerzo (acaso los guetos a los que la LOMCE confina a quienes más dificultades tienen, previo paso por el cedazo de la sreválidas). Ni una palabra de dotar de recursos a los Departamentos de Orientación, de reducir ratios, de aumentar el presupuesto destinado a educación. El acoso lo combaten ¡con un teléfono!, y la dotación más importante que se les ocurre para colegios, centros de salud y bibliotecas es… ¡conexión ultrarrápida (sic) a internet! Ni palabra tampoco de comedores escolares.
Los otros tres bastiones del «acuerdo» que proponen son:
– Combatir las lenguas cooficiales «por lo fino»: «Promoción del bilingüismo integrador en todas las comunidades con lengua cooficial». «Garantizar el acceso homogéneo a la función docente en todas las Comunidades». A buen entendedor…
– Extender el modelo «bilingüe» madrileño que tan catastróficos resultados está dando: «Impulsar un plan de fomento para que en 10 años la mitad de los centros públicos sean bilingües». Bien sabemos que eso significa dar la Historia de España o las Ciencias Naturales en inglés y organizar los grupos en los centros en función del nivel de inglés del alumnado (o, en otras palabras, en función del nivel de renta de sus familias). Analfabetismo y segregación, en suma.
– «Nueva regulación para la formación inicial y la selección del profesorado»… con un solo énfasis: el dominio del inglés.
Y por concluir: causa sonrojo el nuevo llamamiento a la «mejora de la FP» -que curiosamente dejan fuera del «acuerdo»- conociendo el desprestigio y la privatización galopante a que la LOMCE la ha sometido.
En definitiva: la LOMCE II (o lo que es lo mismo: LOMCE + Inglés e Internet). Esta su oferta.
http://ep00.epimg.net/…/5201cd1a9a092798cdc522142d32c227.pdf

Una cosa es un centro que se define como tal porque sus propuestas se sitúan a medio camino entre ideologías tradicionales como las de PP y PSOE (caso de UPyD), y otra cosa es aquél centro autodenominado moderno que acepta el liberalismo social de la izquierda (con respecto de derechos y libertades civiles),pero abiertamente neoliberal en materia económica, mucho más que el PP, que es lo que Ciudadanos representa.
En cualquier caso a nadie que no se deje se engaña cuando con bellas palabras se evita citar «gestión pública» y se sustituye por «titularidad pública», que supone una inequívoca apuesta por la privatización de un servicio social básico (como Educación o Sanidad), aunque la potestad legislativa siga en manos de los representantes de los ciudadanos (sólo faltaría que las leyes las elaborara el Ibex-35).
Así, el PP acepta eliminar el olor a rancio permitiendo que la religión no tenga un papel importante en las escuelas, a cambio de una educación más «moderna»: libertad de elección para que el que quiera cole privado tenga una factura reducida y entre todos le paguemos el antojo, pero no lo suficientemente reducida como para que tenga que compartir pupitre con cualquier «perroflauta»; educación que elimine progresivamente la propia Educación -con mayúsculas- para sustituirla por lo que demanda «el mercado laboral» (iniciativa emprendedora, economía y finanzas, etc., todo bajo la óptica neoliberal); educación guiada por rankings (PISA, CDI, etc.); sistema bilingüe que garantiza un mal aprendizaje del inglés y del resto de asignaturas; y una falazmente llamada educación inclusiva que incluye a todos… para una vez dentro segregarlos en lugar de garantizar la igualdad de oportunidades destinando recursos humanos, económicos y materiales que ayuden a igualar lo que previamente son desigualdades.
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